Soy Vianey Monserrat Nevárez Rosas, egresada de Licenciado en Informática (2008-2012) la penúltima generación de esta carrera. Fui una alumna foránea, la cual decidió formarse en esta grandiosa institución, que valió la pena estar fuera de casa.
Recuerdo en mis primeros días en Tec, algunos maestros me llegaban a preguntar por qué decidí venirme hasta la carbonífera teniendo otras escuelas cercanas, y recuerdo les respondía: “es que sé que este tecnológico es muy bueno”.
Y en efecto, puedo decir que fue la mejor opción para mi carrera.
Pocas son las veces que paso por el Tec. Está tan cambiado, y me da un enorme gusto y a la vez nostalgia.
Se vienen recuerdos a mi mente, de aquellos momentos entre clases, apurados por proyectos finales, tareas, todos vueltos locos, pero al final valdría la pena cada esfuerzo.
Siempre que tengo la oportunidad, recomiendo esta institución, de la cual me llevo muchos muy buenos recuerdos de amistades, compañeros, maestros.
La calidad en ellos, la forma de trabajo, todo es excelente.
Es muy padre, cuando entre pláticas con compañeros de trabajo, resulta ser que venimos de la misma institución, y nos ponemos a recordar maestros, amistades, conocidos, compartir vivencias.
Me quedo con muy gratos momentos que disfruté.
Las veces que íbamos a la cafetería a comer, apurados por que solo teníamos 10 minutos.
Cada que teníamos que elegir a la compañera que participaría en señorita Tec y los mitotes.
Los eventos super padres, sobre programación, o como cuando se invitaban a otras escuelas a ver los proyectos de los grupos de otras carreras.
A estas fechas aún conservo mi vale, donde guardamos cosas en una cápsula del tiempo que se realizó en el año 2007 o 2008 y que en el 2030 se abrirá.
Gracias, Tecnológico, maestros (as) que me enseñaron tanto, me forjaron y me dieron sus más valiosos conocimientos que hoy, día con día me han ayudado a estar donde ahora estoy y a cada día ser mejor, y siempre poner en alto la institución.